Etapa oral
Empieza con el nacimiento, Freud dice que la primera etapa de desarrollo infantil se centra alrededor de la boca. Con el cuidado de la madre como primer ejemplo, el niño obtiene placer mediante la acción de succionar y luego siente satisfacción por evacuar el alimento. En el caso de aquellos que dejan de ser amamantados prematuramente, Freud dice que desarrollarán actitudes de desconfianza, serán poco fiables o sarcásticos, mientras que aquellos que fueron constantemente atendidos, incluso que recibieron demasiado cuidado, desarrollarán una personalidad de confianza y serán presa fácil de engaños. Esta fase, cuya duración es de un año a un año y medio, terminará al inicio del destete.
Etapa anal
Cuando el niño comienza a ir al baño, emerge la obsesión por la región anal y por el acto de mover los intestinos. Freud decía que el niño vive esta etapa como una forma de sentirse orgulloso por sus "creaciones", lo que conduce a una personalidad "anal expulsiva". El niño también puede deliberadamente intentar retener al sistema digestivo como una forma de privar a los padres, lo que conduce a una personalidad "anal retentivo". Freud dijo que esta fase tiene una duración de un año y medio a dos.
Etapa fálica
La fálica es la etapa de desarrollo sexual más importante en la vida de un niño, según Freud. En este caso, un niño se preocupa de sus genitales o de su ausencia, si se trata de una niña. Aquí es cuando surgen los complejos de Edipo o de Electra, en caso de ser niña. Para un hombre, la energía sexual se canaliza hacia el amor por su madre, lo que (a veces violenta) genera sentimientos de envidia hacia su padre. Eventualmente, sin embargo, el niño aprende a identificarse con el padre en términos de genitales y, de esta manera, reprime el complejo de Edipo. El de Electra se da de igual forma en las niñas, a pesar de que para Freud éste se manifiesta de forma mucho menos evidente. Su manifestación consiste en el mismo problema, pero se expresa a la inversa en las niñas. Freud decía que esta etapa dura de tres a cuatro años.
Período de latencia
Para Freud, el período de latencia del desarrollo del niño no es un período de desarrollo psico-sexual, sino más bien, un momento en que los deseos inconscientes son reprimidos. En este período, el niño ha superado el complejo de la etapa fálica y mientras que los deseos e impulsos sexuales pueden seguir existiendo, estos se manifiestan de forma asexuada, en forma de amistades, escuela, deportes hasta que se inicie la pubertad.
Etapa genital
Según Freud, en la etapa genital el niño, una vez más, da la espalda a la energía sexual en los genitales y por consecuencia a las relaciones románticas. Esta es la primera vez que un niño quiere actuar a partir de su instinto de procreación. Además, si él no resuelve los conflictos sexuales propios de las etapas tempranas de desarrollo, surgirán en esta fase genital conflictos como la homosexualidad.
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